El Greyhound es el lebrel inglés. Capaz de alcanzar velocidades de 80 km/h es, sin lugar a dudas, el animal doméstico más rápido del mundo, más veloz incluso que un caballo de carreras.
Se equivocan quienes los tratan como perros poco inteligentes por considerársele para correr tras un trozo de tela. Se dice que en su estrecho cráneo y frente huidiza no puede alberbar mucha inteligencia. Pero si el greyhound tiene la fama de no poder adiestrársele es porque le gusta la independencia (aunque mucho menos que a los lebreles de origen asiático). Pero en realidad son sus dueños los que no quieren adiestrarlos, pues quedan enamorados por la libertad y nobleza de su perro.
En casa el greyhound es sorprendentemente tranquilo y silencioso. Le encanta la comodidad y el calor , y se muestra muy afectuoso con dueños, a pesar de que no siempre lo demuestre ni lo sea, pues es él quien decide cuándo mostrarse cariñoso.
Este perro acostumbrado a vivir con niños, es muy bueno con ellos. No le gusta que lo molesten, pero llegado el caso sabrá alejarse de los pequeños. De hecho, no se conoce un solo "accidente" provocado por él. Con los desconocidos tiene mantiene una actitud de indiferencia o de reserva, muchas veces asociada a su timidez.
Este es un perro que se puede adaptar a la vida de interior siempre y cuando se le de la posibilidad de su paseo diario para desgastar las energías necesarias.
Es un atleta, no por nada su corazón tiene un desarrollo 50% mayor al del un pastor alemán. Disfruta de una salud de hierro y puede llegar a vivir hasta los 13 o 14 años. Esta es una de las razas que no está aquejadas por la displasia coxotumoral.
Historia de la raza Greyhound
No es originario de las islas Británicas, para encontrar su tierra de origen hay que trasladarse hasta Asia. Actualmente, es en Oriente Medio donde se han encontrado los más antiguos rastros (que datan del quinto milenio antes de Cristo) de lebreles, pero a falta de otros datos que completen las fuentes arqueológicas e históricas existentes resulta difícil trazar la vía que siguió este perro desde Oriente hasta Gran Bretaña.
La denominación Greyhound no dice mucho tampoco. El vocablo hound sólo permite afirmar que este lebrel forma parte de la más antiguas tradiciones del mundo occidental. En efecto, la lengua inglesa, como las lenguas germánicas, dispone de dos términos para designar al perro: hound, el más antiguo, está reservado a los perros nobles, que viven en el círculo de la aristocracia, es decir, los perros sabuesos y los lebreles. Aquí se nota la influencia de las antiguas mitologías nórdicas y germánicas en las que se consideraba al perro como un animal dotado de grandes cualidades, razón por la que se convirtió en acompañante privilegiado de guerreros y cazadores.
En cuanto al vocablo grey, ha dado lugar a varias hipótesis etimológicas. Podría ser una alteración de greek, pues durante mucho tiempo se creyó que lo lebreles procedían de Grecia y, efectivamente, aparecen frecuentemente en el arte griego. Pero es posible que grey sencillamente signifique "gris", puede que este haya sido el color de los primeros lebreles ingleses. De todas formas, la hipótesis más tomada en cuenta es que grey proceda de la raíz sajona greu que indica un alto linaje.
De todas formas, según H. Edwards Clarke, el mejor especialista británico en esta raza, se puede considerar que lo primeros lebreles que hubo en Gran Bretaña fueron probablemente los que acompañaron a las tribus celtas que llegaron desde Bélgica hacia el 200 antes de Cristo, y, en todo caso, no cabe duda de que estos ya estaban instalados en Gran Bretaña durante el período sajón. No cuesta mucho encontrar testimonios que acrediten la valía del greyhound ya que en los escritos consagrados a los pasatiempos de la aristocracia inglesa se habla mucho de su lebrel.
Los ingleses, grandes aficionados desde siempre a las actividades al aire libre, nunca dejaron de practicar la caza de la liebre, y fue Isabel I (1533-1603), apasionada por la caza y los perros, quien pidió al duque de Norfolk que la regulara. Esta diversión constituía desde hacía mucho tiempo un verdadero espectáculo en el que dos lebreles competían en velocidad y sagacidad para cazar la liebre. La atracción que ejercía este deporte aumentaba debido al cruce de apuestas que, además, muchas veces provocaba litigios. Con el tiempo el coursing ganó un considerable prestigio, hasta tal punto que los aficionados terminaron por agruparse en clubes empezando por el Swaffham Club, creado en 1776 por lord Orford. Por otro lado Orford, es también conocido por haber introducido sangre de bulldog (que en esos entonces se parecía al bull terrier actual) en sus greyhounds para darles más arrojo.
Después del Swaffham se fundaron otros clubes durante los cuarenta años posteriores, y fue la fundación del National Coursing Club el que inauguraría el Greyhound Studbook o libro de los orígenes específico de la raza. De todas maneras, el greyhound quedaría fuera de la esfera de la cinofilia naciente, pues en Inglaterra se sigue la regla de que los perros de trabajo, ya se trate del greyhound, el fox hound o el border collie, tengan un libro de orígenes distinto de los libros del Kennel Club.
El cousing al no poder conseguir llegar a la mayoría de la gente —es un deporte de elite— se pensó en cambiarlo o modificarlo, lo que trajo problemas entre los implicados al afirmar que se modificaban viejas tradiciones. Con el tiempo se llego al rabbit-coursing o carrera de persecución de conejos, que tuvo cierto éxito sobre todo en los medios hípicos. Los fox-terriers utilizados en este deporte se cruzaron entonces con pequeños lebreles y dieron nacimiento a una primera versión del whippet.
Más adelante llegaría el "racing" tal como lo conocemos en la actualidad. Este tuvo su origen en Norteamérica para luego volver a Gran Bretaña. De todas maneras en esas tierras, el greyhound ha seguido siendo esencialmente un perro de trabajo; por cada cincuenta que corren sólo hay un lebrel de exposición o de compañía.
Estándar de la raza Greyhound
Aspecto general y comportamiento: Sólidamente construido, bien aplomado, magníficamente proporcionado, con una musculatura potente, de construcción armoniosa. La cabeza y el cuello son largos, los hombros bien oblicuos y bien dibujados. El pecho es alto y amplio, el lomo arqueado, los cuartos traseros potentes, las patas y los pies sin defectos, con un flexibilidad de miembros que realza considerablemente el tipo y la nobleza que distinguen al greyhound. Este perro, de vigor y resistencia notables, es dulce, inteligente, afectuosos y de carácter estable.
Cabeza: Larga, de una anchura moderada; el cráneo es plano; el stop es ligero; las mandíbulas son potentes y bien cinceladas.
Ojos: brillantes, inteligentes, de forma oval y dispuestos oblicuamente, preferentemente de color oscuro.
Orejas: pequeñas, en rosa; su textura es fina.
Mandíbulas: fuertes, presentando un articulado en tijera perfecto, regular y completo; es decir, los incisivos superiores cubren los inferiores en un contacto estrecho y están implantados bien en encuadrar con respecto a las mandíbulas.
Cuello: Largo y musculoso, armoniosamente combado (perfil superior ligeramente convexo), que se inserta bien en los hombros.
Cuartos delanteros: Los hombros son oblicuos, bien dispuestos hacia atrás, musculosos sin estar cargados, estrechos y claramente dibujados en la parte superior. Las delanteras (a partir del codo) son largas y rectas, con un osamenta bien desarrollada y de calidad. Los codos, bien dispuestos bajo los hombros, están despejados. Los metacarpos, de longitud moderada, están ligeramente doblados. Los codos, los metacarpos y los dedos no están ni hacia dentro ni hacia fuera.
Cuerpo: Pecho ancho y amplio, dejando suficiente sitio para el corazón.
Costillas largas, bien centradas y bien desarrolladas hacia atrás. Flancos bien remontados. Espalda bastante larga, ancha y cuadrada. Lomo potente, ligeramente arqueado.
Cuartos traseros: Los muslos y las piernas son anchos y musculosos, revelando una gran potencia de propulsión. Las babillas están bien anguladas. Los corvejones, bien descendidos, no se giran hacia dentro ni hacia fuera. Tronco y cuartos traseros están bien desarrollados y bien implantados, de modo que el perro en posición de pie cubre mucho terreno.
Pies: De longitud mediana, con dedos compactos, ofreciendo buenas articulaciones y almohadillas sólidas.
Cola: Larga, implantada bastante baja, fuerte en el nacimiento, va adelgazándose hacia la extremidad; se lleva baja y ligeramente curvada.
Andaduras, movimiento: La rectitud, amplitud y facilidad de sus acciones a ras del suelo le permiten al perro cubrir el terreno a gran velocidad. Las patas traseras se disponen bien bajo el cuerpo para cobrar mucho impulso.
Pelo: Tupido y fino.
Color: Negro, blanco, rojo, azul, leonado, leonado pálido, atigrado o cualquiera de esos colores mezclado con blanco.
Altura de la cruz: El tamaño ideal es de 71 a 76 cm en el macho, y de 68 a 71 cm en la hembra.
Defectos: Cualquier desviación con respecto a lo que precede debe considerarse como un defecto que se penalizará en función de su gravedad.