La fiebre es un aumento anormal de la temperatura corporal. La fiebre en el perro puede tener una variedad de causas, muchas de las cuales no son infecciones. La fiebre "verdadera" está causada por la producción de sustancias químicas pirógenas endógenas, que elevan la temperatura del centro termorregulador que se encuentra en el cerebro, en concreto en el hipotálamo anterior. Este es un mecanismo de protección para luchar contra la infección, ya que la temperatura aumentada disminuye la replicación viral y mejora la función de las células inmunitarias, los leucocitos.
Cachorro de 3 meses con parvovirosis, presenta diarrea y fiebre. |
La temperatura del cuerpo también se puede aumentar (fiebre no verdadera) como resultado de la disipación inadecuada del calor (golpe de calor), o la actividad muscular excesiva. La temperatura rectal normal en perros y gatos es generalmente de entre 38 y 39 ° C. Las temperaturas superiores a 41,5 ° C pueden dar lugar a daños permanentes en órganos internos o incluso la muerte, y es más probable que se asocie con un golpe de calor o actividad muscular excesiva que con fiebre verdadera.
Elevaciones leves en la temperatura (39.0-39.5 ° C) puede ser un hallazgo incidental en el perro que por lo demás se encuentra bien y puede ser causada por factores físicos como la temperatura ambiente alta o la excitación. Estos perros y los que sufren un golpe de calor, por lo general tratan de disipar el calor por jadeo y cambios posturales, en contraste con los perros con fiebre verdadera, donde la termorregulación alterada no provoca este mecanismo en el animal.
Los animales con un golpe de calor o actividad muscular excesiva tienen a menudo temperaturas rectales superiores a los 41ºC y deben ser atendidos urgentemente.
Los perros con golpe de calor a menudo muestran signos de deshidratación y / o shock hipovolémico y deben ser enfriados con ventiladores y por la aplicación de alcohol quirúrgico en las patas. El agua fría y el hielo deben evitarse, ya que como resultado de la vasoconstricción, se reduciría la pérdida de calor. Las medidas de enfriamiento deben detenerse cuando la temperatura es de 39.5-40 °C para prevenir el desarrollo de una hipotermia.
Si la fiebre es verdadera y la causa es bacteriana el tratamiento será un antibiótico apropiado. Los líquidos intravenosos no son necesarios a menos que el perro esté deshidratado, hipovolémico, o tenga una temperatura rectal superior a 41 ° C. La utilización de técnicas de enfriamiento cuando el perro presenta fiebre verdadera puede ser contraproducente, ya que no tendrá ningún efecto sobre la alteración de la termorregulación del animal, y el animal va a gastar más energía tratando de mantener su temperatura corporal elevada.