El envenenamiento de los perros con raticidas es uno de los más frecuentes, ya que son productos de uso general y resultan atrayentes para los perros, o bien, porque los perros ingieren el roedor que ha muerto envenenado.
Estos venenos pueden ser de dos tipos: anticoagulantes y agentes hipercalcémico. Ambos pueden ser mortales si tu
perro los ingiere.
Envenenamiento del perro por raticidas anticoagulantes
Los anticoagulantes bloquean la
síntesis de la vitamina K, esencial para la coagulación normal de la sangre .
La deficiencia de vitamina K produce el sangrado espontáneo. Los signos observables de
la intoxicación no se presentan hasta varios días después de la exposición. Por eso, a veces resulta muy difícil determinar dónde y cuándo se produjo el envenenamiento.
La warfarina es confundida por el organismo del perro con la vitamina K. La enzima que debería unirse a la vitamina K, se une a la warfarina. Este es un error irrevocable. El vínculo de la warfarina con la enzima es permanente, y bloquea la síntesis de los factores de coagulación durante días y hasta varias semanas. La producción de factores de coagulación se detiene , y en cuatro o cinco días, cuando éstos se agotan, la hemorragia se produce. El animal sangra por múltiples partes de su organismo y muere desangrado.
El perro estará débil y con las mucosas pálidas por la pérdida de sangre , puede presentar sangre por la orina, recto, vómitos, encías y también desarrollar hematomas y contusiones debajo la piel y mucosas. Otras veces, el perro puede ser encontrado muerto como consecuencia de una hemorragia en el tórax o el abdomen.
La presencia de hemorragia es una señal muy grave y reduce la probabilidad de éxito en el tratamiento . Cuando se observan hemorragias externas , las hemorragias internas pueden ya haber dañado los órganos vitales.
La warfarina es confundida por el organismo del perro con la vitamina K. La enzima que debería unirse a la vitamina K, se une a la warfarina. Este es un error irrevocable. El vínculo de la warfarina con la enzima es permanente, y bloquea la síntesis de los factores de coagulación durante días y hasta varias semanas. La producción de factores de coagulación se detiene , y en cuatro o cinco días, cuando éstos se agotan, la hemorragia se produce. El animal sangra por múltiples partes de su organismo y muere desangrado.
El perro estará débil y con las mucosas pálidas por la pérdida de sangre , puede presentar sangre por la orina, recto, vómitos, encías y también desarrollar hematomas y contusiones debajo la piel y mucosas. Otras veces, el perro puede ser encontrado muerto como consecuencia de una hemorragia en el tórax o el abdomen.
La presencia de hemorragia es una señal muy grave y reduce la probabilidad de éxito en el tratamiento . Cuando se observan hemorragias externas , las hemorragias internas pueden ya haber dañado los órganos vitales.
Hay dos generaciones de los anticoagulantes en uso actual
. La primera generación son los venenos que contienen warfarina o hidroxicumarina. Estos venenos son acumulativos y requieren varias tomas
durante varios días para matar al roedor.
Los anticoagulantes de segunda generación contienen bromadiolona y brodifacoum. Son venenos de 50 a 200 veces más tóxicos que la warfarina o hidroxicumarina . Estos productos son más peligrosos para las mascotas y son capaces de matar a los roedores después de una sola toma. Son tan potentes que incluso es posible el envenenamiento en un perro pequeño o cachorro sólo con comer un roedor muerto con residuos de veneno en su estómago. En estrecha relación con los anticoagulantes de segunda generación se encuentran los anticoagulantes del tipo indanodiona ( pindona , difacinona , difenadiona y clorfacinona ). Estos productos son todos extremadamente tóxicos.
Los anticoagulantes de segunda generación contienen bromadiolona y brodifacoum. Son venenos de 50 a 200 veces más tóxicos que la warfarina o hidroxicumarina . Estos productos son más peligrosos para las mascotas y son capaces de matar a los roedores después de una sola toma. Son tan potentes que incluso es posible el envenenamiento en un perro pequeño o cachorro sólo con comer un roedor muerto con residuos de veneno en su estómago. En estrecha relación con los anticoagulantes de segunda generación se encuentran los anticoagulantes del tipo indanodiona ( pindona , difacinona , difenadiona y clorfacinona ). Estos productos son todos extremadamente tóxicos.
Podéis leer la descripción de algunos casos de intoxicación en:
Case Studies on Second-Generation Anticoagulant Rodenticide Toxicities in Nontarget Species.J VET Diagn Invest 1989 1: 66
Si se ha observado o se sospecha una ingestión, se puede provocar el vómito ( véase la entrada Provocar el vómito en el perro ) .
Si lo que se observa es ya un cuadro de hemorragia, se debe acudir al veterinario de inmediato para que administre el antídoto. La rapidez puede suponer la diferencia entre la vida y la muerte para nuestro perro. La Vitamina K es un antídoto específico que se administra por inyección subcutánea o por vía oral repitiéndola tantas veces como sea necesario hasta que la coagulación vuelve a la normalidad. El tratamiento de la hemorragia espontánea causada por anticoagulantes implica administrar sangre total o plasma fresco congelado en cantidades que irán en función de la velocidad y el volumen de pérdida de sangre .Con los anticoagulantes de primera generación, esta recuperación suele producirse en una semana. Con los anticoagulantes de acción prolongada , el tratamiento lleva meses debido a la longitud de tiempo que el veneno permanece en el organismo del perro .
La duración de la actividad anticoagulante determina el protocolo de tratamiento. La vida media de la warfarina es de 19 horas, de la difacinona , 30 días y del brodifacoum , 180 días. El tratamiento de la intoxicación con anticoagulantes requiere dosis de la vitamina K1 , a razón de 5 mg / kg , inicialmente por vía intramuscular y a continuación, por vía oral . La intoxicación por warfarina se trata durante 4 días y la de difacinona y brodifacoum durante 30 días.
Si lo que se observa es ya un cuadro de hemorragia, se debe acudir al veterinario de inmediato para que administre el antídoto. La rapidez puede suponer la diferencia entre la vida y la muerte para nuestro perro. La Vitamina K es un antídoto específico que se administra por inyección subcutánea o por vía oral repitiéndola tantas veces como sea necesario hasta que la coagulación vuelve a la normalidad. El tratamiento de la hemorragia espontánea causada por anticoagulantes implica administrar sangre total o plasma fresco congelado en cantidades que irán en función de la velocidad y el volumen de pérdida de sangre .Con los anticoagulantes de primera generación, esta recuperación suele producirse en una semana. Con los anticoagulantes de acción prolongada , el tratamiento lleva meses debido a la longitud de tiempo que el veneno permanece en el organismo del perro .
La duración de la actividad anticoagulante determina el protocolo de tratamiento. La vida media de la warfarina es de 19 horas, de la difacinona , 30 días y del brodifacoum , 180 días. El tratamiento de la intoxicación con anticoagulantes requiere dosis de la vitamina K1 , a razón de 5 mg / kg , inicialmente por vía intramuscular y a continuación, por vía oral . La intoxicación por warfarina se trata durante 4 días y la de difacinona y brodifacoum durante 30 días.
Se debe buscar
asistencia veterinaria inmediata . Si es posible , se debe llevar al veterinario el envase del
producto para que el veterinario pueda identificar el veneno. Esto es
importante ya que el tratamiento dependerá de si el veneno es un anticoagulante de primera o segunda generación.
Si los animales superan la fase de hemorragia aguda (dos primeros días), el pronóstico es más favorable (4). Incluso cuando los síntomas de intoxicación han desaparecido, se debe tener en cuenta que se ha podido producir un daño del hígado permanente. Este daño suele evidenciarse en los análisis sanguíneos y también porque el animal sufre una hinchazón del abdomen (ascitis) por acúmulo de líquidos debido al mal funcionamiento del hígado.
Envenenamiento del perro por raticidas hipercalcémicos
Los agentes hipercalcémicos son venenos que contienen vitamina D ( colecalciferol), que funciona elevando el contenido de calcio
en la sangre a niveles tóxicos , con la producción de
arritmias cardiacas y la muerte . Se están convirtiendo en unos raticidas cada vez más populares debido a que los roedores no suelen desarrollar resistencia a ellos y no son capaces de envenenar a los perros, con la
rara excepción de los perros muy pequeños, cuando estos comen roedores
envenenados. En prácticamente todos los casos , es necesario que el coma directamente el veneno para intoxicarse. Los signos
de hipercalcemia aparecen de 18 a 36 horas después de ingerir el veneno. Estos
incluyen sed y micción frecuente , vómitos, debilidad , espasmos
musculares , convulsiones y finalmente , la muerte. Entre los supervivientes
, los efectos de una elevación del calcio sérico pueden persistir durante
semanas .
Si tu sospecha que tu perro ha ingerido uno de estos
venenos en las últimas cuatro horas, induce el vómito ( véase la entrada Provocar el vómito en el perro ) y llama a tu veterinario. El tratamiento veterinario consiste en la
corrección de los desequilibrios de electrolitos y en reducir los
niveles de calcio utilizando diuréticos, prednisona , fósforo oral,
y una dieta baja en calcio . La calcitonina es el antídoto específico,
pero es difícil de obtener y sólo tiene efectos a corto plazo .
La prevención de la intoxicación por raticidas en animales requiere la colocación de cebos en lugares inaccesibles. Se necesita un control diario en los cebos y de los roedores muertos, siendo estos último retirados y enterrados con regularidad.