¿Qué hago si mi perro vomita? ¿Qué le pasa? El vómito en el perro es un síntoma muy frecuente. Pero hay vómitos y vómitos. Está la regurgitación, los vómitos leves y los vómitos graves. Es importante diferenciar el vómito verdadero (el perro expulsa violentamente la comida desde el estómago) de la regurgitación (expulsión de material de la faringe o el esófago). A diferencia de los vómitos, la regurgitación es una acción relativamente pasiva, no implica signos de náuseas o arcadas, y no debe haber bilis en el material producido.
También es importante diferenciar un vómito ocasional de una situación grave.
También es importante diferenciar un vómito ocasional de una situación grave.
¿Por qué vomitan los perros?
Las causas son muy variadas, existen decenas de causas, unas tienen que ver con el aparato digestivo (tubo digestivo, hígado, bazo o páncreas) y otras, más complicadas, con el sistema nervioso, urinario o genital o con enfermedades en casi cualquier órgano del cuerpo del perro.
Afortunadamente, lo más frecuente es que estemos ante un caso leve. El episodio ocasional de vómito en perros es normal, y por lo general es la manera natural de librar al cuerpo de un alimento no deseado u objetos extraños que el perro pudo haber ingerido. En una encuesta realizada a dueños de más de 700 perros en el Reino Unido se determinó que el 40 por ciento de los perros que habían vomitado habían comido basura, robado alimento humano o comido heces, generalmente de caballos, animales de granja y gatos. La mayoría no fueron llevados al veterinario y se recuperaron en poco tiempo.
Sin embargo, a veces, los vómitos puede ser un indicio de una enfermedad grave. Cualquier aparición de vómitos repetidos, especialmente si va acompañada de letargo, diarrea u otros cambios de conducta, debe recibir atención veterinaria inmediata.
¿Cómo puedo saber la gravedad de un vómito?
Los vómitos pueden ser divididos en tres grandes categorías:
- Los vómitos agudos tienen un inicio repentino y por lo general ocurren sólo una vez.
- Sin embargo, en algunos casos, vómitos agudos y repetidos o intentos de vomitar continuos sin resultado, pueden ser un signo de una emergencia de vida o muerte.
- Por el contrario, los perros que vomitan una o más veces a la semana de manera regular tienen lo que se denomina vómitos crónicos, causados generalmente por un sistema intestinal inflamado o irritado.
¿Cuándo debo ir al veterinario?
Es importante que retengas la siguiente información. Si tu perro muestra vómitos y cualquiera de estos signos debes buscar (urgentemente) atención veterinaria:
- Perro aletargado: llévalo al veterinario inmediatamente. Puede estar entrando en shock.
- El vómito contiene sangre: posible signo de úlceras estomacales, cáncer de estómago o uremia por enfermedad renal. ¿Le diste a tu perro algún tipo de antiinflamatorio como aspirina o ibuprofeno?
- Vómitos acompañados de diarrea: a menudo un signo de una infección bacteriana o viral (pero no te fíes, también puede ser por ejemplo una pancreatitis, que a veces, es mucho más grave).
- Perro sin apetito
- El vómito huele a heces y parecen heces: hay un problema de obstrucción intestinal o de falta de motilidad del intestino.
- Presencia de fiebre
- El vómito sale muy fuerte, como un proyectil
- ¿Bebe mucho agua y una hembra no castrada? Es posible que tenga una infección grave en el útero. Llévala inmediatamente al veterinario.
- Frecuentes ataques de vómitos
- El perro fue expuesto a algo venenoso o peligroso (como un producto químico del hogar o fertilizante, uvas pasas, chocolate, ajo, cebolla, chicles etc)
- El vómito persiste más de un par de días
- Frecuentes intentos de vomitar sin producir nada: sugiere torsión de estómago y es muy grave y muy urgente. Requiere una operación inmediata. ¿Ha estado jugando tu perro después de una comida abundante?
- Hay pérdida de peso: esto sugiere una enfermedad crónica
- El perro tiene dificultades para respirar
- El perro muestra signos de dolor
- Otras mascotas en el hogar están afectadas
Sin embargo, si tu perro vomita sólo una vez, no está mostrando ninguno de estos signos y está alerta y activo, probablemente puedes ahorrarte un viaje al veterinario. ¿Le cambiaste de dieta o comió algo diferente? ¿Le viste mordisquear algún juguete, calcetín, planta, etc?
Si crees que fue un problema con su dieta, supervisa a tu perro durante 12 horas. No lo alimentes durante este tiempo. Examina si tiene apetito, así como sus heces y el vómito, para ver si son normales. Si todo pasa en esas 12 horas, el animal recupera el apetito, deja de vomitar y sus heces son normales, fue algo leve y pasajero. Si al animal empeora, llévalo al veterinario y recoge muestras si crees que puedan ayudar al diagnóstico.
Si crees que fue un problema con su dieta, supervisa a tu perro durante 12 horas. No lo alimentes durante este tiempo. Examina si tiene apetito, así como sus heces y el vómito, para ver si son normales. Si todo pasa en esas 12 horas, el animal recupera el apetito, deja de vomitar y sus heces son normales, fue algo leve y pasajero. Si al animal empeora, llévalo al veterinario y recoge muestras si crees que puedan ayudar al diagnóstico.
Vómitos agudos ocasionales en el perro
El vómito ocasional no es necesariamente un signo de un problema importante en los perros. Un cambio repentino en la dieta, puede provocar un ataque de diarrea o vómitos. Un malestar estomacal causado por los cambios alimentarios a menudo se puede resolver en casa, siempre y cuando el vómito (y a menudo diarrea también) no es grave, y el perro se encuentra bien.
El tratamiento sintomático del vómito leve, consiste en no dar de comer al perro durante 12-24 horas , seguido de la introducción de pequeñas cantidades de alimento altamente digestible, con baja cantidad de grasas, como el el arroz blanco y pollo. Lo ideal es que beba soluciones electrolíticas orales.
Se le pueden dar antieméticos (maropitant o metoclopramida) si se descarta la obstrucción gastrointestinal. Si el animal no se recupera en 2-3 días debe ir al veterinario.
Comer demasiado rápido, especialmente cuando se trata de comida seca, a menudo puede resultar en vómito o regurgitación poco después de la comida. El suministro de comidas más pequeñas y frecuentes pueden ayudar a aliviar este problema. Cuando se ingiere, el alimento seco absorberá la humedad del estómago, aumentando de tamaño e hinchando el estómago, lo que hace que el perro regurgite el alimento inmediatamente. Remojar los alimentos secos antes de alimentar a tu perro puede ayudar. También es buena idea mezclar la comida seca con comida enlatada.
Los parásitos pueden jugar un papel en el vómito en perros y cachorros en especial. Los nemátodos pueden ser ingeridos desde el suelo, o bien los cachorros pueden infestarse a partir de sus madres. A medida que los huevos eclosionan en el intestino, la larva pasa desde ellos a los pulmones a través del torrente sanguíneo. De los pulmones, los gusanos se arrastran hacia arriba hasta la tráquea. Su movimiento en la traquea y faringe puede causar náuseas y tos, antes de regresar al intestino para convertirse en adultos. Un cachorro de aspecto barrigón, crecimiento deficiente y pelo duro y sin brillo puede tener lombrices. Aunque la diarrea es el síntoma más común, en casos graves, los cachorros puede llegar a vomitar grandes cantidades de gusanos vivos. Si se permite que siga sin control, los gusanos pueden causar neumonía, obstrucciones intestinales y muerte.
Aunque no es un gusano, la giardia es un parásito intestinal, un organismo unicelular que vive en los intestinos de los animales infestados. La giardia está presente hasta en el 11% de la población en general de animales de compañía, y hasta el 50% de los cachorros. La giardia puede ser transmitida de un animal a otro, a través de alimentos o agua contaminados, y por el suelo. El síntoma más común de la giardia es la diarrea de intensidad variable y los vómitos. Sin embargo, muchos animales que están infectados con giardia puede no presentar síntomas durante largos períodos de tiempo.
Los coccidios son otros parásitos unicelulares que infestan el intestino delgado de los perros. Los perros con coccidios puede tener heces acuosas y diarrea con sangre, vómitos, depresión y fiebre.
Vómitos agudos repetidos en el perro
Los perros se comen casi cualquier cosa: pelotas de tenis, calcetines, monedas, piedras, juguetes etc Una vez que el perro ha ingerido el material, puede resultar demasiado grande para pasar a través del resto del tracto intestinal, y el objeto ingerido puede en algún momento quedar atascado. Esta obstrucción intestinal se convierte rápidamente en una situación de emergencia. El bloqueo parcial en el intestino puede producir vómitos, diarrea y calambres de los músculos abdominales. El bloqueo total puede causar dolor abdominal severo, hinchazón abdominal, vómitos frenéticos y en proyectil. Dependiendo de la ubicación de la obstrucción, los vómitos pueden contener bilis o material fecal.
Si la obstrucción continua, el intestino que rodea al objeto atascado, empieza a a perder suministro de sangre y comienza a morir. Este proceso puede ocurrir en tan sólo una hora tras una obstrucción completa. A medida que los intestinos comienzan a pudrirse, el intestino puede incluso romperse, causando una infección general grave.
Si la obstrucción continua, el intestino que rodea al objeto atascado, empieza a a perder suministro de sangre y comienza a morir. Este proceso puede ocurrir en tan sólo una hora tras una obstrucción completa. A medida que los intestinos comienzan a pudrirse, el intestino puede incluso romperse, causando una infección general grave.
Las radiografías abdominales son la mejor manera de diagnosticar una obstrucción, y la intervención quirúrgica inmediata suele ser la única forma de tratamiento. Se abre el intestino y se retira el objeto.Si el intestino que rodea al cuerpo extraño está dañado, el veterinario lo corta y cose los extremos sanos del intestino para volver a conectar el tracto intestinal.
Es posible que el vómito esté relacionado con un cambio en la dieta, la ingestión accidental de piedras, medicamentos o sustancias tóxicas para el perro (chocolate, aguacate, nuez de macadamia, etc. Aquí, más información sobre alimentos tóxicos para los perros)
Otra emergencia que debemos saber detectar es la torsión del estómago. Los perros grandes son más propensos a sufrirla. Si el perro ha comido una ración muy abundante y se ha puesto a jugar a continuación para más tarde empezar intentar vomitar sin éxito podemos pensar en una torsión gástrica. A medida que el estómago del perro se llena, se produce distensión gástrica. El aumento de actividad poco después de una comida puede causar que el estómago gire sobre si mismo, cerrando el esófago, lo que le impide expulsar el exceso de comida en el estómago por el vómito. Los signos de hinchazón incluyen distensión abdominal, dolor, salivación, e intentos repetidos e improductivos de vomitar.
Radiografía mostrando una torsión gástrica en un perro |
Si el perro no es intervenido quirúrgicamente, la hinchazón continuará y se verán afectados el resto de los órganos abdominales a los que no llegará el riego sanguíneo. El estómago se debilitará y comenzará la descomposición con liberación de endotoxinas. La falta de riego sanguíneo y el shock tóxico llevarán al perro a la muerte.
Si sospechas que el perro está sufriendo de torsión, el tiempo es esencial para salvar su vida. El veterinario la aplicará una vía endovenosa para ponerle fluidos, antiinflamatorios y antibióticos. El veterinario puede intentar descomprimir el estómago pasando un tubo a través del esófago. En algunos casos, esto tiene éxito. Se lleva a cabo un lavado gástrico para vaciar el contenido del estómago, y así se consigue que el estómago vuelva a su lugar normal.
Si la intubación no funciona, el veterinario lo operará. La cirugía puede tener un alto riesgo, pero aún así, puede ser su única oportunidad de supervivencia. En la cirugía, el giro del estómago será corregido y se eliminarán los segmentos del intestino que estén más dañados. También se puede intentar un lavado de todo el abdomen para eliminar las bacterias si existe infección.
Además, se les puede hacer una gastroplexia, un procedimiento que fija el estómago a la pared del abdomen, reduciendo las posibilidades de una ocurrencia futura de torsión.
Vómito crónico en el perro
El vómito crónico es un vómito que se repite más de una vez a la semana, durante meses. Debido a que el vómito crónico puede dar lugar a una mala digestión y absorción de nutrientes, a menudo los perros que lo presentan serán malos comedores, su pelo tendrá mal aspecto y tendrán poca energía.
¿Qué causa el vómito crónico en los perros?
Alergias e intolerancias alimentarias son una causa frecuente de vómitos crónicos. Los perros pueden tener o desarrollar alergia o sensibilidad a una variedad de ingredientes de alimentos para perros, lo que produce una inflamación crónica en el estómago y el tracto intestinal.
La pancreatitis o inflamación del páncreas y la enfermedad inflamatoria intestinal, también cursan con diarrea, dolor abdominal, vómitos y falta de apetito, pero son síntomas comunes a varios problemas gastrointestinales, por lo que puede ser difícil de diagnosticar a primera vista.
Otras enfermedades generales que cursan con vómitos entre sus síntomas son:
- Enfermedades infecciosas, tales como parvovirus
- Parásitos como Giardia (a menudo asociada con diarrea)
- Úlceras
- Tumores
- Enfermedad hepática
- Insuficiencia renal
- Piometra (inflamación purulenta del útero)
- Peritonitis,
- Prostatitis
- Hipercalcemia,
- Hipoadrenocorticismo,
- Cetoacidosis
- Diabetes
- Enfermedad vestibular
- Tumor cerebral
- Histiocitomas (tumor de la piel, que aparece en forma de verrugas)
Diagnóstico de la causa de vómito en perros
El veterinario pregunta primero por los síntomas y circunstancias en las que el perro vomitó. Lo primero que debe intentar averiguar es si se trata realmente de vómitos y si es así, si el vómito lo causa una enfermedad gastrointestinal o una enfermedad general. Preguntará por la frecuencia, por cuánto tiempo ha estado sucediendo, y si existe algún patrón (por ejemplo, en relación con la alimentación), si se ha producido alguna diarrea asociada o pérdida de peso, y si han habido otras señales recientes, tales como cambios en la sed, el apetito o su comportamiento. Algunos perros beben más de normal para intentar reemplazar los líquidos perdidos con el vómito, pero otros no. Estos últimos suelen tener un mayor riesgo de deshidratarse. Sin embargo, si el perro bebe mucha agua antes de la aparición de vómitos esto sugiere una enfermedad general, como la diabetes mellitus, insuficiencia renal, piometra, o hipercalcemia. En el vómito puede aparecer sangre fresca o semi-digerida ("granos de café").
El veterinario puede realizar una palpación del abdomen. El dolor a la palpación en el abdomen indicará un proceso a ese nivel, pero los cuerpos extraños suelen ser difíciles de notar. En la boca, pueden aparecer cuerdas u otros objetos estrangulando la base de la lengua. En los casos agudos, graves, la radiografía abdominal debe ser una prioridad para ayudar a descartar un trastorno que requiere intervención quirúrgica urgente.
Para descartar una enfermedad general será necesario realizar un análisis de sangre y de orina. También será necesario un análisis de orina para controlar si existe deshidratación o pérdida de electrolitos. También tomará una muestra de heces para verificar la presencia de parásitos como ascaris o coccidios. Además, podrá realizar una prueba de antígeno en la muestra fecal para comprobar la presencia de Giardia. Las radiografías abdominales (vista lateral derecha y ventrodorsal) ayudan a identificar cuerpos extraños u otras causas de obstrucción intestinal que pueden requerir intervención quirúrgica. El veterinario podrá realizar varias radiografías a lo largo del tiempo para evaluar si el objeto extraño se mueve con éxito a través del tracto intestinal. La ecografía abdominal puede ayudar a diagnosticar la piometra, peritonitis y pancreatitis, otras causas del vómito. La palpación rectal de la próstata debe realizarse en los perros machos enteros para determinar si el perro padece prostatitits. Si el vómito con sangre es recurrente se debe investigar la posibilidad de una ulcera gastrointestinal (especialmente debida a la administración de antiinflamatorios no-esteroideos), cáncer, o un trastorno de la coagulación. La endoscopia es útil para identificar (y muchas veces eliminar) cuerpos extraños, y para identificar y realizar la biopsia de lesiones en la mucosas del estómago y el duodeno. En los casos crónicos, se debe dar prioridad a la realización de análisis de sangre para bioquímica.
Tratamiento del vómito en perros
En función de los resultados de las pruebas anteriores, y la condición física del perro el veterinario optará por diferentes tratamientos, incluido el quirúrgico. Si se trata de un vómito aislado, el perro se encuentra bien y la ingestión de cuerpo extraño se considera poco probable, no debe dársele mayor importancia. Se podrá administrar eventualmente antieméticos. Los perros con vómito severo, agudo deberán recibir líquidos intravenosos para corregir la deshidratación y las anormalidades electrolíticas asociadas.
En caso de sospechar úlcera gástrica o duodenal se suele administrar protectores de mucosa como el sucralfato y omeprazol o una bloqueadores de la secrecion de histamina como la cimetidina.
Si necesitas más información, puedes consultar El libro de MANUAL PRÁCTICO DE VETERINARIA CANINA (Animales Domesticos (drac)).
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