Al igual que nosotros, los perros acumulan cerumen en el oído. El calor, la humedad, el entorno oscuro y una deficiente circulación de aire pueden hacer que el canal auditivo del perro sea un ambiente ideal para el depósito de ácaros, hongos o bacterias.
La revisión regular de los oídos es muy importante para la salud del perro. Si los oídos de su perro tienen mucha cera, olor extraño, enrojecimiento, picores, pelo enmarañado en la oreja, si el perro se frota las orejas contra objetos, sacude la cabeza o se muestra desorientado pueden ser signos de problemas a los oídos.
Para revisar correctamente los oídos del perro usa tus visión y olfato. Huele sus orejas ya que normalmente no debieran haber olores extraños. Si nota que hay pus junto a un olor extraño es porque hay una proliferación bacteriana. Si nota cera oscura puede deberse a la prescencia de ácaros. Las alergias también pueden causar mal olor.
El cocker, el basset y demás perros con orejas colgantes tienen este conducto cerrado por el pabellón auricular, convirtiéndose en un nido de parásitos e infecciones por lo que necesitan mucha más vigilancia. Respecto al caniche, el yorkshire, el bichón y similares, destacar que cuentan con pelo en el conducto auditivo, favoreciendo la retención del cerumen, que provoca inflamación. Es posible cortar delicadamente el pelo de la entrada del conducto pero si no lo ves sencillo, es mejor pedir ayuda al veterinario.
Frecuencia para la limpieza de los oídos de tu perro
La limpieza de las orejas del perro es importante y necesita cuidados regulares, aproximadamente cada tres semanas. Hay que tener en cuenta que un 10% de los perros que acude al veterinario es debido a una afección en el oído. En cuanto a las características del oído canino, señalar que el conducto auditivo tiene forma de L, es especialmente largo y protege bien los tímpanos.
¿Cómo limpiar las orejas de tu perro?
Resulta fundamental acostumbrar desde cachorro a nuestro perro a este tipo de cuidados. Es imprescindible que el conducto auditivo este bien aireado y seco, especialmente en razas de orejas caídas. Hay que eliminar la cera para evitar la formación de tapones y la proliferación de bacterias. Para eliminar las impurezas y el cerumen debe usarse un poco de algodón empapado en aceite mineral tibio o productos de higiene recomendados por el veterinario.
¿Qué contienen los limpiadores de oídos para perros?
Muchos limpiadores del oído contienen ceruminolíticos, que interrumpen la producción de cera actuando sobre las células a las que se adhiere. Muchos también contienen lubricantes, que ablandan y aflojan la cera. Los componentes principales son:
- Detergente (ej: docusato de sodio, peróxido de carbamato, lauril sulfato sódico)
- Lubricante (ej: escualeno, propilenglicol, glicerina)
- Ceruminolíticos (ej: aceite de oliva, soluciones alcalinas acuosas)
- Desinfectante (ej: paraclorometaxilenol)
- Ácidos antimicrobianos (ej: láctico, salicílico u oleico)
- Elementos deshidratadores (ej: alcohol de isopropilo)
- Lubricante (ej: escualeno, propilenglicol, glicerina)
- Ceruminolíticos (ej: aceite de oliva, soluciones alcalinas acuosas)
- Desinfectante (ej: paraclorometaxilenol)
- Ácidos antimicrobianos (ej: láctico, salicílico u oleico)
- Elementos deshidratadores (ej: alcohol de isopropilo)
Cuando se aplican limpiadores de oídos o medicamentos en el oído lo recomendable es aplicarlo, dar masajes suavemente al canal de oído con la yema de sus dedos por 20 segundos y después limpiarlo con algodón o gaza. El objetivo es mantener los canales del oído abiertos, limpios y libres de acumulaciones de la cera, de la ruina y del pelo.
Consejos útiles
- El perro necesita una limpieza periódica de los oídos.
- Si mueve la cabeza con frecuencia, intenta poner su pata sobre el conducto; si tiene la oreja roja, se rasca o se queja, es que le duele, así que acude al veterinario.
- En la parte interna no hay que utilizar algodones ni productos irritantes.
- Existen casos de tumor u otitis crónica, que pueden terminar en el quirófano. Aunque no es agradable, si no lo haces, las consecuencias podrían ser graves: dolores casi permanentes y graves trastornos.
- Es necesario mantener siempre limpias las orejas para evitar infecciones, para que cuando el veterinario examine pueda divisar bien el tímpano y para que cuando se aplique medicación tópica en el oído, ésta actúe correctamente.
- Especialistas señalan que sólo se debe limpiar la parte de la oreja que se ve, y que nunca usar elementos como hisopos para acceder al interior del canal auditivo. Además no hay que fregar las orejas demasiado fuerte para evitar causar lastimaduras lo que puede llevar a una futura proliferación de bacterias.