Varias bacterias de las especies de salmonella son capaces
de producir diarrea aguda en perros. La bacteria Salmonella es capaz de permanecer
con vida durante muchos meses o años en el suelo y estiércol. En los
perros, la enfermedad se adquiere por el consumo de alimentos contaminados, por
el consumo de estiércol animal, o por contacto con superficies que han sido
contaminadas por la diarrea de un perro infectado.
Esta infección
bacteriana es un riesgo en los perros alimentados con una dieta cruda, a menos
que exista una higiene excelente en la
manipulación de alimentos en todo momento. Los cachorros y adultos jóvenes son
los más susceptibles, junto con los
perros inmunodeprimidos por una infección viral, malnutrición, parásitos, hacinamiento
o insalubridad.
Los signos de la enfermedad son la fiebre, vómitos y diarrea.
La deshidratación se produce cuando el vómito y la diarrea se prolongan. Las
bacterias que llegan al torrente sanguíneo pueden causar abscesos en el hígado,
los riñones, el útero y los pulmones. La enfermedad aguda, dura de cuatro
a diez días, puede ser seguida por una diarrea crónica que persiste durante más
de un mes. Los perros con diarrea crónica expulsaran a la Salmonela en sus
heces y son una fuente potencial de infección para otros animales y seres
humanos. El diagnóstico se realiza mediante la identificación de bacterias de Salmonela
en los cultivos de heces cuando el perro portador, o en las heces, la sangre y
los tejidos infectados de perros que sufren de infección aguda.
Tratamiento: Los casos leves responden bien a la reposición
de líquidos. Muchas Salmonellas son resistentes a los antibióticos
comunes. De hecho, los antibióticos pueden favorecer el crecimiento de
bacterias resistentes y prolongar la excreción fecal de las bacterias. En
consecuencia, los antibióticos sólo se utilizan para perros gravemente
enfermos. Las sulfamidas y las quinolonas son los antibióticos de
elección.
La salmonelosis es una zoonosis (puede transmitirse
a humanos), así que se debe tener cuidado y tomar medidas higiénicas cuando se
trata a un perro con salmonelosis. Es importante usar guantes para limpiar
los excrementos y desinfectar las áreas en las que un perro afectado ha
eliminado la bacteria.