Los productos químicos corrosivos y cáusticos (ácidos y álcalis) se encuentran muy cerca de los perros en los hogares: limpiadores, limpiadores de inodoros, detergentes lavavajillas, compuestos antioxidantes, pilas alcalinas, desatascadores y solventes comerciales.
Cuando se ingieren, causan quemaduras en la boca, el esófago y el estómago. Los casos graves causan perforaciones del estómago y estenosis o estrechez del esófago, la cual se puede desarrollar con el tiempo debido a los daños del tejido.
Cuando se ingieren, causan quemaduras en la boca, el esófago y el estómago. Los casos graves causan perforaciones del estómago y estenosis o estrechez del esófago, la cual se puede desarrollar con el tiempo debido a los daños del tejido.
Si tu perro ha bebido lejía o cualquier otro producto corrosivo, no induzcas el vómito. El vómito puede causar la ruptura del estómago y quemaduras en el esófago. Enjuaga la boca del perro inmediatamente después y llévalo lo antes posible a la clínica veterinaria más cercana.
Si no puedes hacerlo o rápidamente, dale al perro agua o leche (30 ml por cada 3 kg de peso corporal) con una jeringa de plástico para diluir el ácido o álcali en el estómago. La práctica de dar un ácido para neutralizar un álcali y vice versa ya no se recomienda, debido a que causa lesión por calor a los tejidos. Cuando el animal tiene la piel dañada, se debe lavar la zona con agua durante 30 minutos.
Si no puedes hacerlo o rápidamente, dale al perro agua o leche (30 ml por cada 3 kg de peso corporal) con una jeringa de plástico para diluir el ácido o álcali en el estómago. La práctica de dar un ácido para neutralizar un álcali y vice versa ya no se recomienda, debido a que causa lesión por calor a los tejidos. Cuando el animal tiene la piel dañada, se debe lavar la zona con agua durante 30 minutos.